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Guardias nocturnos
El apretamiento excesivo de la mandíbula y el bruxismo pueden acelerar el deterioro de los dientes y la mandíbula. Además, los ronquidos pueden afectar a la calidad de su sueño y al de los que le rodean. Para ayudar a nuestros pacientes a evitarlo de la forma más cómoda, adaptamos los protectores nocturnos a su mordida. Un tipo de protector nocturno actúa como un cojín entre las arcadas dentales superior e inferior, mientras que el otro crea más espacio entre los dientes frontales para evitar que la mandíbula superior e inferior se toquen. Las piezas bucales para prevenir los ronquidos tienen un aspecto similar, pero en lugar de actuar como cojín o espaciador, mantienen la mandíbula inferior adelantada, evitando así la presión sobre la laringe.
¿Cómo mantener la protección nocturna en buen estado?
Aclarar inmediatamente: Después de quitarte el protector nocturno por la mañana, acláralo bien con agua fría o tibia para eliminar cualquier resto de saliva o suciedad.
Cepille suavemente: Utilice un cepillo de dientes de cerdas suaves y una pasta dentífrica suave y no abrasiva (o una solución limpiadora de dentaduras postizas) para cepillar el protector nocturno. Evite utilizar agua caliente, dentífricos fuertes o materiales abrasivos, ya que pueden dañar el protector.
Sumérjalo de vez en cuando: Sumerja su protector nocturno en un limpiador de aparatos dentales o en una mezcla de agua y vinagre blanco a partes iguales durante unos 15-30 minutos una vez a la semana para desinfectarlo y eliminar las manchas.
Aclarar de nuevo: Después del remojo, enjuague bien el protector nocturno con agua para eliminar cualquier residuo de solución limpiadora.
Séquelo completamente: Deje que el protector nocturno se seque al aire antes de guardarlo en su estuche. La humedad puede favorecer la proliferación de bacterias, así que asegúrate de que esté seco antes de guardarlo.
Guárdelo correctamente: Guarde siempre su protector nocturno en su estuche protector para evitar daños o contaminación. Manténgalo alejado de la luz solar directa y de temperaturas extremas.
Evita los productos químicos agresivos: Evita utilizar productos químicos agresivos como lejía, alcohol o limpiadores abrasivos en tu protector nocturno, ya que pueden dañar el material y afectar a su ajuste.
Revisiones periódicas: Lleva tu protector nocturno a tus revisiones dentales para que tu dentista pueda inspeccionarlo en busca de signos de desgaste, daños o cambios en el ajuste.
Sustitúyalos cuando sea necesario: Los protectores nocturnos tienen una vida útil y pueden desgastarse con el tiempo. Si notas alguna grieta, cambios en el ajuste o si tu dentista te lo recomienda, sustituye el protector nocturno para mantener su eficacia.
Mantener la higiene bucal: Siga practicando una buena higiene bucal, incluyendo el cepillado regular, el uso de hilo dental y las revisiones dentales para tratar cualquier problema dental subyacente que pueda requerir el uso de un protector nocturno.
Si sigues estos pasos, podrás mantener tu protector nocturno limpio, cómodo y eficaz para proteger tus dientes de afecciones como el bruxismo (rechinar de dientes) o los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).
Precios
Si tiene seguro dental (ver seguros dentales que aceptamos):
Algunos seguros dentales cubren una parte de los honorarios de un protector nocturno.
Le ayudaremos a verificar su seguro dental y le daremos una estimación del coste.
Llame a nuestra recepción y facilítenos los datos de su seguro dental.
Si no tiene seguro dental:
Pregunte en nuestra oficina sobre el Plan de Seguro Dental Captain. (Número de oficina: 408-826-4676)